la Navidad es tradición, y cada casa tiene las suyas. de hecho, algo que me encanta es ir cada año generando las nuestras.
y una que tenemos arraigada es la de hacer nuestras propias tarjetas de navidad, para luego enviarlas a los abuelos. nos sirve para pasar alguna tarde entretenidos, y es un recuerdo bonito, tanto para nosotros al hacerlos y enviarlos, como para ellos al recibirlos.
y luego ir a comprar sellos, y a echarlas al buzón. porque mirar el correo y tener una carta que no sea del banco, sigue haciendo mucha ilusión.
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