los niños son personas

el mundo es de todos, y, ¡oh, sorpresa!, eso incluye niños.

decir que alguien es una persona humana es, a mi juicio, una perogrullez a evitar siempre. lo que no esperaba es que afirmar que los niños son personas no fuera a ser una redundancia para algunos.

hablo de los sitios en los que los niños están mal vistos, porque perturban la paz de los adultos que los frecuentan, aunque estos sean más ruidosos, maleducados o molestos que los críos. que hablar a voces, ocupar más espacio del razonable, ensuciar a placer o invadir el aire con tus efluvios (corporales, humos o fragancias imposibles), resultan ser actos bastante molestos, incluso aunque provengan de humanos creciditos, se hayan reproducido o no.

y también hablo de los propios padres de los niños, que no siempre parecen tener del todo claro este tema. porque:

no se puede vivir de los niños explotando su imagen y presencia en cualquier medio, para ganar dinero o percibir ningún tipo de compensación. por más que «les guste porque les divierte», la realidad es que no son plenamente conscientes de lo que supone, ni de las implicaciones y consecuencias que pueda tener.

no se puede mostrar la intimidad de tus hijos en general. ni cuando lloran, sufren, fracasan o se frustran, en particular. ni como burla, por supuesto, ni como ejemplo de lo buen padre que eres «cuando lo gestionas» y encima te pones una medallita.

no se puede pretender que, cuando llevas a tus hijos a un restaurante, coman siempre poco y baratito, como si se les hiciera un favor pidiéndoles algo, porque ellos no han elegido ir allí.

no se puede pedir a los niños que «se comporten bien estando quietos y en silencio», porque no saben hacerlo más que un poquito (algunos, y más en según que edades, ni eso, y no tienen porqué). ¿que actúen como si el mundo fuera solo suyo? tampoco. ¿como si fuera de todos, incluidos ellos? sí.

y no se puede culpar a los niños del mal hacer de sus padres. si un niño molesta como sea a otra persona (ya sea humana o no), los padres deben resolver la situación, evitando que se prolongue e incluso (de nuevo, ¡oh, sorpresa!) pidiendo disculpas al afectado que, a su vez (¡oh, supersorpresa!) podría tratarse de otro niño. a lo loco ya.

así que, por favor, vamos a repetir todos: los niños son personas. ¿o tú una vez no fuiste niño y quisiste que te vieran, escucharan, tomaran en consideración y respetaran?

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