lo poco gusta, y lo mucho cansa. esto es aplicable a todos los ámbitos de la vida. y la maternidad, no podía ser menos. la maternidad sí. ¿otra que va a hablar de lo mismo? ¿más sobre lo que supone ser madre y bla bla bla? pues sí, y no.
resulta que hay gente que se cansa de que otra gente escriba sobre cómo vive el cambio más grande de su vida. gente que no debe saber que el mundo está lleno de opciones, y que es cuestión de elegir otras cosas que leer. o gente que, a mi juicio, quiere negar una realidad que no tiene vuelta de hoja: ser madre es algo que no deja indiferente a nadie en absoluto. y eso es un hecho. y por eso se escribe tanto del tema, y más que se seguirá escribiendo.
cuando te conviertes en madre, se te ordenan las ideas. tus prioridades se evidencian como nunca antes, porque de repente te planteas cosas que antes no sabías ni que existían, en las que no reparabas, o que pensabas que no iban contigo.
¿significa esto que cuando eres madre mutas en madraza? no. ¿tener un hijo supone que desde ese momento antepongas esa nueva faceta a todo el universo sin dudarlo? tampoco necesariamente.
no, porque ser madre no te cambia siempre de la misma manera. pero, ser madre sí te abre siempre un mundo que, aunque creías conocer, en realidad desconocías. y es en ese momento cuando decides de verdad si es un mundo que te llena, te hace feliz, te complementa o, simplemente, te acompaña.
y en todos los casos, está bien. cómo te enfrentes al hecho de ser madre, no te va a transformar en una buena o mala madre. solo te va generar la versión de madre que tú eres, y la nueva versión de mujer en la que te acabas de convertir.
y como procesar, digerir, asimilar y asumir eso no es inmediato ni fácil, es por eso que muchas muchas madres nos ponemos escribir del tema, con más o menos humor, con más o menos necesidad de desahogo.
y no es malo. y no va a dejar de pasar, por mucho que las modas, las familias o las formas de maternar cambien. o por mucho que mujeres a las que no les gusta tratar el tema, lo critiquen a placer.
así que a todas, y en especial a las que están en contra de que se hable de la maternidad, ¡viva la madre que os parió!
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