seguro que más de una vez has oído hablar de la regla de los cinco segundos. e incluso es más que posible que la conozcas. pero, ¿cuál de todas ellas?
- la regla de los 5 segundos… en la comida
- la regla de los 5 segundos… en las opiniones
- la regla de los 5 segundos… en la toma de decisiones
en mi caso, soy fiel seguidora de la primera, hago lo que puedo con la segunda, y estoy a ver si me estreno con la tercera. así está la cosa.
la regla de los 5 segundos… en la comida
existe la creencia popular extendida de que, si un alimento que cae al suelo y se recoge antes de pasados 5 segundos, se puede comer sin tenerlo que tirar por haberse contaminado. esta regla, que todos aplicamos a discreción, lo neguemos en público o no, carece de base científica, como tantas otras cosas en la vida, pero ahí está.
si eres madre, conocerás esta regla además, porque suele aplicarse a los chupetes cuando el niño ronda el año y dudas entre recoger al chupete o al niño del suelo. en este ámbito, existe la variante de los 3 segundos para el segundo hijo. del tercero en adelante, no se conocen testimonios de que se les caiga nada que deba ser recogido por alguien que no sea el propio niño.

la regla de los 5 segundos… en las opiniones
esta versión de la regla de los 5 segundos está enfocada a tus relaciones interpersonales. si vas regalarle tu opinión no solicitada a alguien sobre su apariencia, y lo que vas decirle es algo que no puede resolver en 5 segundos (papel higiénico pegado en la suela, comida entre los dientes…), no se lo digas.
la regla de los 5 segundos… en la toma de decisiones
finalmente, tenemos la regla de los 5 segundos que podría cambiar tu vida. o no, ya me dices. vio la luz en un libro en 2017, aunque su creadora ya hablaba de esto allá por 2011. para dejar de preocuparte, y empezar a ocuparte.
la regla de los 5 segundos es simple (pero no sencilla): haz la cuenta atrás y muévete físicamente. 5-4-3-2-1, ¡y en marcha!
y se acabó poner excusas, procrastinar, fin a la parálisis por análisis. eso sí, no vale contar hacia adelante: siempre podrías seguir contando. la cuenta atrás tiene un fin, y a partir de ahí, has de pasar a la acción. y ése es el quid de la cuestión. si no pones tu cuerpo en marcha, no funcionará.
Contar y moverte son acciones. Si aprendes a pasar a la acción en las situaciones en las que, normalmente, te detendrías a pensar, puedes crear cambios extraordinarios. Una cuenta atrás te proporciona varias cosas a la vez: te distrae de tus preocupaciones, centra tu atención en lo que tienes que hacer, te motiva a actuar e interrumpe el hábito de dudar, de pensar demasiado y de reprimirte
Mel Robbins (#5secondrule)
la idea es que, aplicando esta regla, puedes desde cambiar desde tu comportamiento (por ejemplo, empezando a madrugar como siempre has querido, que por lo visto es un deseo muy extendido, no compartido por la que aquí escribe, dicho sea de paso), hasta tu pensamiento (por ejemplo, eliminando distracciones que te quiten el foco de tus objetivos, tipo el «otro capitulito más» que te aleja inexorablemente de tu anhelado madrugón).
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Ya lo compartí en Facebook porque de verdad lo aprecié mucho. Gracias y éxito!!
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¡muchas gracias por comentar y compartir!
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Wow no la conocía más que para la comida caída al suelo jaja y de verdad es super interesante. Gracias!
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¿verdad? dan ganas de ponerse a cambiar el mundo pero ya! 😆
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