que cada vez se escribe menos a mano es un hecho, pero las hay que seguimos siendo de agenda de papel de toda la vida, y que nos resistimos a abandonar ciertas tradiciones tan humanas.
y de lo que me he dado cuenta a raíz del periodo de reflexiones en el que me ha sumergido últimamente, es que, cuando estoy cansada o tengo especial prisa, siempre escribo en mayúsculas.
era consciente de hacerlo cuando quiero que se entiendan mis notas, que por mi mala letra en la Facultad nadie quería mis apuntes en sánscrito, y es verdad que luego ni yo misma entiendo lo que he anotado… pero no sabía que lo hacía a veces de forma inconsciente.
total que me dio por tratar de averiguar por qué escribo en mayúsculas a veces… y si lo sé me quedo quieta…
y vaya por delante lo mucho que me ha costado encontrar artículos que fueran más allá del «escribir con mayúsculas es gritar», síntoma evidente de que escribir a mano no está de moda.
el caso es que, una vez alcanzadas fuentes de información diversas, la conclusión es que, según interpretaciones de la grafología, estoy entre ser una persona fría, oculta e insegura, llena de miedos y complejos… y una orgullosa narcisista que mira por encima del hombro al resto de la Humanidad.
eso por no hablar de que escribir en mayúsculas parece estar directamente relacionado con escribir lento y, por ende, ser lento de mente.
así que muy bien todo.
pensé que podía tener relación con la zurdera, pero parece que no.
bien es cierto que a mi madre siempre le recuerdo escribiendo así, en mayúsculas. de modo que, como consuelo, diré entonces que la culpa será de la genética malísima que me ha tocado, que no solo se iba a manifestar en las caderas.
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tranquilitamente 