perdiendo la inocencia

perdiendo la inocencia

nos preguntamos por qué los niños pierden tan rápido la inocencia y le echamos las culpas a los móviles y al reggaeton. que indiscutiblemente, también la tienen, pero ¿son los únicos?

¿y nosotros cuando les instamos a terminarse las lentejas «que hay niños en el mundo que mueren de hambre porque sus padres no tienen qué darles de comer«? ¿sembrar esa imagen en la cabeza de un niño, así sin más, no le envejece un poco de golpe?

o cuando les decimos que ya tienen edad para tomarse las cosas en serio, «que no todo en la vida es jugar«, «la vida de muy complicada, ya lo verás dentro de unos años»…

hay temas que creo que los niños no deben conocer, o al menos no en profundidad hasta que crecen. ¿ocultarles la realidad? pues en ocasiones, sí me parece positivo. al menos aligerársela y hacérsela digerible, más acorde con su madurez emocional y cognitiva. hay situaciones de la vida que aún no son capaces de entender o asumir, y que además les generan sentimientos y pensamientos que tampoco son capaces de manejar.

quizá sea cuestión de poner un poco de cuidado muchas de las cosas que, sin darnos cuenta, les decimos con frecuencia, y a pesar de las cuales, luego pretendemos que sigan siendo niños, inocentes, sin sacarle punta a la vida tan temprano.

¡sígueme y no te pierdas nada!

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